Frase Semanal

"Aunque sea una locura, ya estoy empezando a pensar que la locura es más sublime que la inteligencia"

December 14, 2006

Cyrano de Bergerac


“Había una vez un hombre pegado a una nariz”. Quien de nosotros no ha oído nunca esa expresión, bueno el que la haya oído y no sepa de donde provenga pues se lo diré: esa frase refiere al personaje principal de la obra; “Cyrano de Bergerac” pues el hombre tiene una nariz para muchos descomunal y deforme.

La historia nos narra otra situación de un corazon roto, el buen mosquetero Cyrano siempre digno en la batalla y que prefería perder la vida que su propio honor, y desilucionado por la bella Rosana; un amor imposible según Cyrano, pues era inaceptable que la radiante belleza de Rosana se fijase en un hombre tan deforme como el. Al escuadrón de mosqueteros que mandaba Cyrano llega un joven llamado Ragueneau, joven inexperto que al igual que su maestre queda enamorado de Rosana. Rosana que también al verle se enamora desea conocerlo y pide a Cyrano que se lo presente. Cyrano por no ofender a tan hermosa mujer ayuda a Ragueneau a ser lo más romántico, y adecuado para Rosana. Cyrano le da poemas y cartas a Ragueneau para enamorar a Rosana y al final ambos jóvenes están fuertemente enamoradas. El escuadrón de Cyrano es enviado a una batalla contra el ejército español donde al ver la potencia de su enemigo estuvo a punto de rendirse pero motivados por la fiereza de Cyrano en la batalla todos se alzaron en la batalla. Ragueneau que estaba desilusionado al saber que Rosana estaba enamorada del hombre que escribía sus cartas y no de el es incapaz de seguir con la farsa, pero antes de poder aclarar todo el asunto Ragueneau es asesinado y Rosana nunca se entera de la verdad. Años más tarde cuando Cyrano ya es viejo, y débil es visitado por su amiga Rosana quien no se había casado por no poder olvidar a ese hombre tan romántico. Comienzan a hablar y Rosana saca una de las cartas escritas por Ragueneau antes de su muerte y la lee, para sorpresa Cyrano va diciéndola al tiempo que ella lo hacia, con esto Rosana se libero de las vendas que cubrían sus ojos, y supo que su verdadero amor había sido siempre Cyrano pero que ahora era imposible Cyrano acababa de morir.

Si buscan saber más de esta fascinante novela escrita por Edmond Rostand les sugiero que compren el libro, es una obra excelente para esos ratos libres.

4 comments:

Carolina Amigo said...

Hiperbole... Hiperbaton! Que complicado! Uno, dos, tres.... Veinte. Hay estas!
Saludos!
Carolina

Recursos para tu blog - Ferip - said...

Asi es, querido Diego...parece que se nos dió por las mismas historias casi trágicas!!!! Pobre Cyrano....no podía ver cuán bello era en realidad. A veces nos pasa lo mismo....

Y la duce Rosana sin poder darle tanto amor...Besote! FEri

Bird said...

Jajaja. ahí haciendo propaganda al libro.

Linda historia me gustó aunque creo que nunca he escuchado la frase... o no me acuerdo.

Muchos saludos!!!

David|Lanke said...

Cyrano o Cyranito?

PD Saludos a las víctimas de los seudónimos y la falta de astucia, júntense con Lazarillo...