Estuve lo que fue la segunda semana de las vacaciones anteriores con la selección de N.L., no había publicado esta anécdota por que esperaba que me pasaran unas fotos; para mi suerte nunca me las mandaron, así que tendré que contarles sin imágenes…
Fuimos a Gral. Terán al rancho de uno de los integrantes del equipo de la Juv. A, su nombre es “Gil”. Para este viaje me prepare como si de una excursión se tratase, prepare mi mochila, unos 6 cambios de ropa, bastantes calcetines, dos pares de zapatos, entre otras cosas el sleep-inn. Cuando llegue al Gimnasio Nuevo León de donde saldríamos me di cuenta de que los equipos infantiles iban casi totalmente completos, al igual que alguno otros equipos, subimos al camión (fue de esos de cómo para 40 personas) prácticamente se llenó, se darán una idea de cuantos éramos. En fin, salimos a eso de las 8.00 a.m. del martes, un viaje de dos horas y media aproximadamente fue el que nos llevó hasta el pueblito donde estaríamos la mayor parte de esa semana. Al llegar (los hombres) armamos las tiendas de campaña, y las mujeres se acomodaron en una pequeña casa-cabaña que había allí. La realidad fue que como nos pusimos a armar tiendas a lo sonso no nos dimos cuenta de que armamos tiendas de mas, pero no importo. Las entrenadoras que ya habían visitado el rancho antes nos dijeron que un río pasaba cerca (2 km.) por lo que nos mandó corriendo hacia el. He de confesar ese río es uno de los mejores en lo que he estado, había unas piedras de tamaño muy considerable, podríamos decir que sería unos 2.5 mts. sobre el nivel del río y éste tenía otros 2 mts de profundidad así que los saltos no se dieron de esperar. En la primera noche, una nube negra se acercó al pueblo y comenzó una terrible lucha entre mis amigos (Pablo y Gil) y yo contra la madre naturaleza, la tienda donde nos quedamos tenía goteras por lo que el agua se filtró, buscamos cambiar de tienda; pero al salir vimos como todos se había ido a la casa y habían dejado sus tiendas abiertas, decidimos buscar refugio en la cocina donde al fin encontramos descanso. Los días fueron pasando, los entrenamientos eran duros, pero la estancia en el río los hacía mucho más cómodos y soportables. Nos tocaba cocinar por grupos al mío le tocó el desayuno, por lo que tenías que levantarte temprano a hacer la rutina de resistencia y velocidad, y luego a ponerte a hacer el desayuno, era muy entretenido. Vimos algunos juegos de balonmano del mundial, y tuvimos algunas pláticas para unificar más a los equipos.
Después de 4 días, el sábado al medio día desarmamos las tiendas de campaña, las guardamos y subimos todo al camión en el que habíamos venido. Así terminaron los entrenamientos de Gral. Terán.
Fuimos a Gral. Terán al rancho de uno de los integrantes del equipo de la Juv. A, su nombre es “Gil”. Para este viaje me prepare como si de una excursión se tratase, prepare mi mochila, unos 6 cambios de ropa, bastantes calcetines, dos pares de zapatos, entre otras cosas el sleep-inn. Cuando llegue al Gimnasio Nuevo León de donde saldríamos me di cuenta de que los equipos infantiles iban casi totalmente completos, al igual que alguno otros equipos, subimos al camión (fue de esos de cómo para 40 personas) prácticamente se llenó, se darán una idea de cuantos éramos. En fin, salimos a eso de las 8.00 a.m. del martes, un viaje de dos horas y media aproximadamente fue el que nos llevó hasta el pueblito donde estaríamos la mayor parte de esa semana. Al llegar (los hombres) armamos las tiendas de campaña, y las mujeres se acomodaron en una pequeña casa-cabaña que había allí. La realidad fue que como nos pusimos a armar tiendas a lo sonso no nos dimos cuenta de que armamos tiendas de mas, pero no importo. Las entrenadoras que ya habían visitado el rancho antes nos dijeron que un río pasaba cerca (2 km.) por lo que nos mandó corriendo hacia el. He de confesar ese río es uno de los mejores en lo que he estado, había unas piedras de tamaño muy considerable, podríamos decir que sería unos 2.5 mts. sobre el nivel del río y éste tenía otros 2 mts de profundidad así que los saltos no se dieron de esperar. En la primera noche, una nube negra se acercó al pueblo y comenzó una terrible lucha entre mis amigos (Pablo y Gil) y yo contra la madre naturaleza, la tienda donde nos quedamos tenía goteras por lo que el agua se filtró, buscamos cambiar de tienda; pero al salir vimos como todos se había ido a la casa y habían dejado sus tiendas abiertas, decidimos buscar refugio en la cocina donde al fin encontramos descanso. Los días fueron pasando, los entrenamientos eran duros, pero la estancia en el río los hacía mucho más cómodos y soportables. Nos tocaba cocinar por grupos al mío le tocó el desayuno, por lo que tenías que levantarte temprano a hacer la rutina de resistencia y velocidad, y luego a ponerte a hacer el desayuno, era muy entretenido. Vimos algunos juegos de balonmano del mundial, y tuvimos algunas pláticas para unificar más a los equipos.
Después de 4 días, el sábado al medio día desarmamos las tiendas de campaña, las guardamos y subimos todo al camión en el que habíamos venido. Así terminaron los entrenamientos de Gral. Terán.
3 comments:
Jajajajaa!!!
Exhaustos...y felices comieron perdices!Corresponsal de incógnito!!!!
Es el cumple de Dimas!!!!!!
.....:))))))))
Aprovecho para saludarte!
Que tengas un brillante día!
Gracias Diego,me ha dado alegria saber de ti
Hola Diego, llegué hasta aquí por Ferípula... me parece que sos de Monterrey, yo soy regia pero vivo ya catorce años en bolivia.. aunque ahorita mismo me encuentro en hong kong... un relajo, pero si quieres entenderme mejor, espero tu visita...
Un gusto y nos leemos.
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